miércoles, 27 de octubre de 2010

Link Wray - The Original Rumble




Band: Link Wray
Album: The Original Rumble
Year: 1958
Genre: Rockabilly, Instrumental Rock, Surf Rock

Hoy es un día perfecto para vomitar mis palabras, mostrar mis vísceras y exponer mis miedos.

Desde lo más adentro, siento dolor, y no consigo averiguar hacía que, o el porqué, pero quizás, las desilusiones, la vida, el rumbo que esta toma sin mi consentimiento, me provoca dolor, melancolía y rechazo a casi todo.

Mi dolor viene del bucle que dibuja el esquema de la sociedad enferma en mi “que hacer” diario, duele y ahoga mi existencia humana, y la brújula que guía mis decisiones y pasos muestra una brújula borracha, sin norte, sin freno y me muestra un mundo vacío de humanidad.

Y quizás, esos baches, esos golpes y esas desavenencias vienen de las desilusiones que mucha gente me muestra con el tiempo, puede que pida mucho, puede que de poco, pero siempre, espero lo que doy, siempre.

Te enamoras y no eres correspondido, no te enamoras y eres correspondido. Das tu mano, luego tu brazo a su gente, y ellos te agarran del cuello, te estrangulan y esa humanidad, que quieres mostrar y dar, se queda agarrada al corazón sin ganas de salir e iluminar el camino propio y del resto de personas.

Elegir es fácil, pero elegir bien es imposible. Hacerte con el calor de las personas es fácil, pero solicitarlo en tiempos difíciles es tarea de locos.

Por eso, y una vez más, me agarro a ese compañero inagotable, que siempre está ahí conmigo, ese amigo que se te ofrece para calmarte, para entenderte y hacerte ver la luz al final del camino: la música, así es mi vida, una ilusión.



Un precioso Chevrolet Bel Air del 56 de color azul se aproxima hacia mi, desde lo lejos, y casi borroso por la nube de polvo que lo acompaña, atraviesa una carretera marcada por viejas huellas de vehículos que pasaron por allí alguna vez, si, viene hacia mi. Mientras lo veo venir, noto como el sol se clava desde su punto más alto encima de mí. Cuando por fin llega a la playa, todos los rostros que ríen y gritan dentro del coche son como yo, jóvenes, hedonistas, locos por hacer lo que nadie a hecho y con ganas de ser los Reyes en su pequeño reino.

Así es Link Wray, sus notas me teletransportan a playas infinitas, perdidas en la inmensidad de la naturaleza donde, mientras me dejo hipnotizar por las olas, doy rienda suelta a mi asombro por la inmensa naturaleza virgen, me siento el amo de mi pequeño mundo.

Estoy a finales de los 50, y quizás es pronto para hablar de Rock, pero no para hablar de los primeros guitarreos, es la época del Rockabilly, del Surf Rock, de las máquinas Jukebox, son esas guitarras Jazzmaster y Jaguar enriquecidas de Reverb y de Tremolo, instrumental claro, como el silencio interior que el Mar nos ofrece, como una automeditación, un juicio personal infinito.

Un mal día lo tiene cualquiera, como yo, por eso, en estos casos, lo mejor es buscar la felicidad en los pequeños detalles.